La Magdalena
El autor comenzó a interesarse por las ilustraciones bíblicas gracias a las inumerables y maravillosas imágenes que los artistas Rembrandt (1606-1669) y Gustavo Doré (1832-1883) realizaron para las sagradas escrituras.
El autor a su vez encontró algunos pasajes extremadamente evocadores y bellos. Para la presente ilustración el texto le recordó los “terribles cabellos que envuelven” en la iconografía de las mujeres del Simbolismo y del Art Nouveau.
Y vuelto a la mujer, dijo a Simón: ¿Ves esta mujer?
Entré en tu casa, no diste agua para mis pies; mas ésta ha
regado mis pies con lágrimas, y los ha limpiado
con los cabellos.
No me diste beso, mas ésta, desde que entré,
no ha cesado de besar mis pies.
No ungiste mi cabeza con óleo; mas ésta ha ungido
con ungüento mis pies.
Por lo cual te digo que sus muchos pecados son
perdonados, porque amó mucho; mas al que se
perdona poco, poco ama.
Y a ella dijo: Los pecados te son perdonados.
(Evangelio de San Lucas 7 / 44-48)
La Magdalena (primigenia). 2007. Lápiz de grafito y acuarela sobre papel. 12.5 x 21 cm